Preparación del paciente para la laparoscopia ginecológica

Dependerá del tipo de cirugía y la indicación pasará por pruebas complementarias de imagen y analítica; así mismo para la cirugía es conveniente el ayuno de 6-8 horas y muchas veces el uso de un enema para que el intestino recto esté libre de contenido.

Se revisarán las medicaciones que toma habitualmente el paciente y en ocasiones es necesario suspenderlas antes de la cirugía, a veces hay que utilizar heparina de bajo peso molecular 24h para evitar riesgos de trombosis en torno a la cirugía.

Procedimiento de laparoscopia ginecológica

La laparoscopia casi siempre se realiza bajo Anestesia General. Eso significa que el paciente estará inconsciente y «dormido» durante el procedimiento. Aún así, la mayoría de procedimientos permiten irse de alta hospitalaria el mismo día.

Con la creación del neumoperitoneo se permite trabajar mirando en una pantalla las imágenes que magnifica el laparoscopio. Pequeñas incisiones de 5 mm nos permiten usar pinzas telescópicas para trabajar y realizar la cirugía indicada.

Cuando se finaliza la intervención, todos los instrumentos se retiran. Las incisiones se suturan, a veces la piel no necesita más que «tiras de aproximación» y se realiza un vendaje compresivo. Posteriormente, se va a la sala de reanimación.

Riesgos de la Laparoscopia:

Como toda cirugía existen riesgos relacionados. De forma específica: complicaciones en la entrada y creación de neumoperitoneo, complicaciones hemorrágicas o de lesiones de órganos pélvicos (intestino, vejiga…)

Existen condiciones que pueden aumentar el riesgo de complicaciones:

  • Varias cirugías abdominopélvicas previas
  • Obesidad y IMC muy bajo
  • Endometriosis profunda
  • Carcinomatosis y Síndrome Adherencial severo
  • Infección inflamatoria pélvica severa y en curso
  • Enfermedad intestinal crónica

Recuperación de laparoscopia ginecológica

El tiempo de recuperación varía, dependiendo del procedimiento que se ha realizado. La cirugía mínimamente invasiva nos permite dar el alta hospitalaria en el mismo día en la mayoría de ocasiones; en otras el paciente deberá permanecer una o dos noches más.

Después de la cirugía siempre hay gas residual en abdomen y se notará hinchazón y tensión, que duele. Además, cuando la paciente se siente y se ponga de pie, el gas subirá hacia los tejidos de la espalda y los hombros y es característicos ese dolor. Se cohíbe con analgesia convencional y desaparece en horas o pocos días.

Al alta es importante mantener una dieta pobre en grasas y en residuos que produzcan gas (interesa más proteína y sobre todo reducir alimentos flatulentos); también se pueden dar medicamentos para las náuseas, el gas y laxantes.

Dependiendo de la intervención es necesario un reposo relativo (no hacer muchos esfuerzos abdominales y caminar poco) durante 7-15 días.

La baja laboral generalmente está entre 15-45 días dependiendo del procedimiento, pero casi todas las cirugías vuelven a la normalidad en 1 mes. Comparado con 2-3 meses en la cirugía abierta tradicional.

La «normalidad» significaría una vida laboral de casi cualquier trabajo, esfuerzo físico y comienzo de deporte, sexualidad.

Las complicaciones graves son raras, aún así se ha de acudir a urgencias si existe:

  • Dolor abdominal intenso con náuseas vómitos prolongados
  • Fiebre de 38º o más
  • Sangrado vaginal o en las incisiones intenso
  • Salida de pus por vagina o en heridas
  • Dolor y sangrado urinario, o dolor intenso en movimientos intestinales.

Validado por: Dr. Julio Herraiz y Dr. Néstor Herraiz

Médicos especialistas en Ginecología, Obstetricia y Reproducción asistida en el Hospital Quirónsalud en Zaragoza.